Minería ilegal: La destrucción de la Amazonía

El oro es un metal de fascinante belleza que posee un valor económico intrínseco, dicho metal le ha brindado una promesa de estabilidad económica a gran parte de las economías del mundo. Hoy en día, la minería ilegal de oro se ha multiplicado a lo largo y ancho dentro de territorios protegidos. En conjunto con las subidas y bajadas que el mercado del oro experimenta, esta volatilidad implícita ha hecho de la minería de oro, un negocio muy variable, pero de alta rentabilidad.

Las difíciles realidades en los países Amazónicos con reservas de oro, ha traído consigo mucha consolidación de las principales compañías exploradoras del oro y el quiebre de muchas otras. La creciente minería ilegal de oro en la Amazonía ha creado, no solo distorsiones económicas, sino también un gravísimo problema ambiental y social en los pueblos adyacentes a las minas de oro de la selva tropical de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, seis de los países amazónicos de América del Sur.1

Uno de los mayores problemas ambientales es el uso discriminatorio de mercurio en la búsqueda de oro, el cual está causando daños irreversibles en la Amazonia, considerada como los pulmones del mundo. En cuanto a los temas sociales, la prostitución rampante alrededor de estas minas ha dado lugar al tráfico de menores y a la trata de personas.

Los problemas económicos que crean la explotación ilegal de oro son profundos. La minería ilegal es utilizada como un método muy efectivo para blanquear capitales ya que la misma genera tres veces más ganancias que el negocio ilícito del tráfico de drogas. Así, durante los últimos diez años, grupos económicos relacionados con actividades ilegales, incluyendo el narcotráfico, se han apoderado de numerosas minas en Brasil, Colombia, Perú y Venezuela.

En el siguiente mapa se puede apreciar las zonas afectadas por la minería ilegal. Este mapa está en constante actualización y permite conocer la ubicación exacta de cada uno de los más de 2.000 puntos identificados, además del tipo de mineral que se extrae de estos lugares.2

Presencia de minería ilegal en la Amazonía


Fuente: RAISG / InfoAmazonía, https://mineria.amazoniasocioambiental.org/

El crimen financiero detrás de la minería ilegal

Actualmente se observa un cambio en las estructuras de negocios de las fuerzas paramilitares y los principales carteles de la droga.3  Por ejemplo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) obtienen aproximadamente el 50% de su financiamiento a través de la explotación de minas en Venezuela. Numerosos grupos criminales luchan por el control de las reservas del territorio al sur de Venezuela, sin embargo, el grupo armado colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN) expandió su control sobre una superficie que equivale al 12% del territorio nacional y donde se estima yacen más de siete mil toneladas de oro, cobre y diamante.4  Mientras que, en el Perú, las exportaciones ilegales anuales de oro son el doble de las exportaciones de cocaína, ascendiendo así alrededor de tres millones de dólares en ingresos ilícitos. Además de Colombia y Perú, se estima que el 95% del oro ilegal se extrae de una sola región, problema que es igual de frecuente en Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela.5

Estos datos indican que la minería ilegal del oro desplazó a la cocaína en términos de rentabilidad para los carteles de droga y hoy en día comanda un puesto importante en el círculo del blanqueo de capitales. Para estos propósitos, una de las características claves del oro es la maleabilidad. En consecuencia, al ser un metal maleable, es muy común en la industria mezclar el oro minado ilegalmente con el oro minado legalmente para ser convertido en nuevos objetos incluyendo lingotes de oro, joyas, etc. En la actualidad, la situación de la explotación del oro ilegal es el lingote transportable o el lingote a granel, que luego se venden por comerciantes o intermediarios a fundidores. Los lingotes ilegales se pueden mezclar con oro reciclado o con oro legal recién extraído, integrando efectivamente el oro ilegal en la cadena de suministro.

Según el autor del artículo Gold Laundering: the New Alchemy,6  «En algunos casos, no hay oro involucrado en el esquema del lavado. El oro también se puede lavar ‘in absentia’, o incluso sin estar presente». Williams añadió que las personas pueden registrar las exportaciones de oro en su agencia de aduanas proporcionando documentación falsa de la venta y luego importar efectivo a cambio del oro ficticio. Según su reporte, la pequeña isla caribeña de Curazao reportó exportaciones de oro valoradas en 435 millones de dólares en 2017, a pesar de no tener una mina de oro operativa. Colombia exportó 64 toneladas de oro en 2016 a pesar de tener una producción minera de solo ocho toneladas.

Una consecuencia indirecta de la minería ilegal del oro para EE.UU. específicamente, y para países que comercian mayormente en dólares americanos, es la falta de control sobre la explotación del oro y su probable exportación a China y Rusia. Dentro de unos años, estas exportaciones pueden causar problemas a la fortaleza de la moneda estadounidense ya que el control del oro e inclusión en las reservas internacionales de las monedas de otros países podría causar una pérdida en la fortaleza del dólar americano, y su mantra de siempre ser la moneda reserva del mundo. Por esto es importante evitar el blanqueo de capitales y el uso del oro como arma contra el dólar americano con un mayor control sobre las minas de los países productores de oro.

Según Marketwatch,7  China quiere romper la hegemonía del dólar estadounidense, razón obvia para que el país compre oro. La hegemonía que el expresidente francés Charles de Gaulle llamó el «privilegio exorbitante» de EE.UU. China quiere hacer su propia moneda, «el renminbi», un actor mundial.

En conclusión, el mercado del oro está siendo infiltrado por factores ajenos a sus funciones principales, que son las de ser un ancla económica, un punto de estabilidad global y su más tradicional función que es la de creación de monedas nacionales emblemáticas y joyas. En el presente hay numerosos indicios de dichas distorsiones. Las principales medidas a tomar por los entes gubernamentales u organismos internacionales son: un control rígido sobre las exportaciones de oro de dicha nación y auditorías detalladas sobre las compras de oro hechas por el banco central, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD).8

Carlos G. Cabrera, fundador, director de tesorería, CYGMA Capital LLC, carloscabrera@cygmacapitalventures.com

  1. Yvette Sierra Praeli, «Minería ilegal: la peor devastación en la historia de la Amazonía» MONGABAY, 17 de enero de 2019, https://es.mongabay.com/2019/01/mapa-mineria-ilegal-amazonia/
  2. «Minería Ilegal», RAISG, https://mineria.amazoniasocioambiental.org/
  3. Yugoslav Musac, «LATAM: El oro illegal y lo que significa para el sistema financiero en Latinoamérica» diarioti.com, 10 de julio de 2020, https://diarioti.com/latam-el-oro-ilegal-y-lo-que-significa-para-el-sistema-financiero-en-latinoamerica/113351
  4. Alejandra Arredondo, «La minería ilegal en Venezuela financia a las FARC y al ELN», VOA, 27 de abril de 2020, https://www.vozdeamerica.com/america-latina/informe-mitad-financiacion-eln-farc-viene-mineria-ilegal-venezuela
  5. Yugoslav Musac, «LATAM: El oro illegal y lo que significa para el sistema financiero en Latinoamérica» diarioti.com, 10 de julio de 2020, https://diarioti.com/latam-el-oro-ilegal-y-lo-que-significa-para-el-sistema-financiero-en-latinoamerica/113351
  6. Lee Williams, «Gold Laundering: the New Alchemy», Minespider, 22 de mayo de 2019, https://www.minespider.com/blog/gold-laundering-the-new-alchemy
  7. Brett Arends, «Watch out, America: China and Russia are stockpiling gold», MarketWatch, 29 de julio de 2019, https://www.marketwatch.com/story/watch-out-america-china-and-russia-are-stockpiling-gold-2019-07-29
  8. «Guía de diligencia debida de la OCDE para la gestión responsable de las cadenas de suministro de minerales procedentes de zonas de conflicto y de alto riesgo», OECD, https://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2018/august/tradoc_157249.pdf

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